Nuestros fieles animales de compañía son un miembro más de la familia. Cuidar de nuestras mascotas como hacemos con nuestros propios hijos es la tarea principal de todos los padres perrunos.
Intentamos que nuestros perros tengan una vida cómoda, agradable y feliz. Y, por lo tanto, nos gusta mantenerlos alejados de todo lo que pueda dañarles o desencadenar una urgencia totalmente innecesaria.
Además de preocuparnos por escoger los antiparasitarios para perros más adecuados, mimarles con deliciosos snacks para perros o, incluso, ponerles bozales si fuera necesario, no serás un buen amo si no evitas que a tu perro le pique una procesionaria.
Conoce a fondo a esta oruga tan perjudicial para los perros y aprende cuáles son las mejores maneras de tratarlo.
Qué es la procesionaria en perros
La procesionaria es un insecto muy peligroso capaz de provocar la mortalidad en nuestros adorados perros. Estos dañinos insectos son muy abundantes en nuestro clima y solemos encontrarlos en abetos o pinos.
Aunque sus nidos suelen estar localizados en la copa de estos árboles coníferos, las procesionarias suelen bajar al suelo durante los primeros meses de calor. Se caracterizan por hilar filas para agarrarse con mayor facilidad al suelo.
Por lo tanto, a pesar de lo agradable que puede ser pasear a nuestros perros en los meses de primavera y verano, es necesario tener en cuenta si los lugares de paseo tienen pinos o abetos.
Síntomas de la procesionaria en perros
Para poder actuar lo antes posible si una procesionaria tiene contacto con tu perro, lo mejor es saber cuáles son los síntomas producidos por estas picaduras.
Irritación e inflamación
Una de las características clave para reconocer si ha picado esta oruga es analizar el cuerpo de nuestro animal. La zona en la que ha actuado la procesionaria procederá a irritarse y a tomar un tamaño inflamado fuera de lo normal.
Excesiva salivación
Sabemos que a todos los perrillos se les suele caer la baba en alguna ocasión. Si notamos que la salivación es excesiva es un síntoma claro de que nuestra mascota ha sido infectada por este peligroso insecto.
Actitud nerviosa
Si notamos que el perro muestra una actitud cambiante y muy diferente a la que suele tener habitualmente está claro que hay una picadura de procesionaria. Los nervios empiezan a aflorar y la inquietud empieza a controlar al perro.
Lengua roja o negra
Abrirle la boca y verificar si su lengua ha sufrido algún tipo de cambio es imprescindible. Si esta ha dejado de ser rosa para ser negra o roja la procesionaria ha picado a nuestro fiel amigo.
Rascado exagerado
Rascarse no es algo ilógico en un perro. Sin embargo, si es un rascado muy exagerado y cada vez más persistente no hay duda de que sea una picadura procesionaria.
Qué tratamiento utilizar para combatir la procesionaria en perros
Si tenemos dudas sobre qué hacer si nuestro perro tiene una procesionaria o de qué tratamientos poner en marcha en el caso de tenerla lo mejor es acudir a nuestro veterinario habitual.
En el caso de que veamos un insecto de este tipo sobre su boca, nosotros mismos podemos retirarla con mucho cuidado.
