Como padres genera bastante angustia y frustración ver como tu bebé es incapaz de dormir placenteramente. Seguro que tras largas noches sin descanso, habrás leído mil y una teorías sobre la forma más práctica para que tu pequeño pueda conseguir conciliar el sueño.
Algunas de estas alternativas las podrás encontrar en tu habitual tienda de puericultura, mientras que otras son algo nuevas para ti como es el caso de los famosos ruidos blancos para calmar a los bebés.
Pero, ¿qué son los sonidos blancos para bebés?
El ruido blanco es un sonido con una frecuencia armónica constante que anula por completo el resto de ruidos y sonidos que tanto nos rodean. La persona que lo escucha, en este caso los bebés, se aíslan por completo del entorno y solo escucha la misma frecuencia de sonidos. Sin que ninguno de ellos destaque más que otro.
Esta técnica se utiliza para descansar y ayudar a que los recién nacidos puedan relajarse cómodamente.
Los estudios científicos indican que existe cierta similitud entre el ruido blanco que escucha el bebé con su recuerdo en el útero materno. Aunque lo cierto es que el aislamiento sonoro hace que nuestros pequeños dejen de tener estímulos externos y consigan ese punto de relajación.
Tipos de sonido blanco para dormir al bebé
En tu hogar podrás encontrar una amplia variedad de ejemplos de este particular sonido blanco. Desde aparatos tecnológicos hasta ruidos ambientales o simples sonidos de la naturaleza.
Los más frecuentes suelen ser:
- Propia naturaleza: el sonido del mar, la lluvia, los pájaros y cualquier otro tipo de animales silvestres.
- Secador de pelo.
- Extracto de la campana.
- Lavadoras y secadoras de ropa.
- Aire acondicionado.
- Canal de televisión no sintonizado.
También existen aplicaciones para el móvil con melodías similares a estos sonidos que te ayudarán a que tu bebé pueda dormir placenteramente.
¿Son seguros los ruidos blancos en el bebé?
Sí, pero con moderación. Los especialistas en el área médica de pediatría recomiendan utilizar esta técnica de manera esporádica con los bebés, pero nunca como una herramienta recurrente en el tiempo. Ideal para calmar situaciones de mayor estrés o nerviosismo.
Los aparatos que emiten los ruidos blancos para bebé deben estar siempre a unos 2 metros de distancia de la cuna y nunca superar los 50 decibelios. Solo así evitarás posibles problemas de audición y desarrollo del lenguaje durante la etapa de crecimiento del pequeño.
Como ves, los padres y las madres pueden beneficiarse de las ventajas que aporta el ruido blanco a la hora de dormir a su bebé. Sin embargo, saturar a nuestro hijo de este tipo de sonidos pueden ocasionar inconvenientes para él en el futuro.
Conocer y atender correctamente al bebé es lo primero que debemos hacer, así él podrá tranquilizarse y sentirte protegido en nuestras manos. Si aún con estas, todavía no hemos conseguido calmarle, tendremos que recurrir a técnicas como el ruido blanco para los bebés.
Y tú, ¿has probado ya estos sonidos con tus hijos? Sea como sea, recuerda no abusar mucho de ellos y utilizar otro tipo de herramientas para bebés.
