Mejor rutina facial para cuidar tu cara

rutina facial

Lucir un rostro resplandeciente depende, en su mayoría, de la constancia que se le preste a sus cuidados. Todos queremos tener una piel deslumbrante, pero olvidamos la importancia que tiene seguir una rutina facial diaria y de elegir, adecuadamente, los productos para el cuidado facial.

Sabemos que cada minuto de nuestra vida es oro, pero no creas que hay que invertir demasiado tiempo para cuidar la piel de tu cara. Estamos seguros de que, conociendo cuáles son los pasos clave, no necesitarás más de cinco minutos para crear una rutina ideal.

Si eres capaz de cuidar de tu piel cada día sin esfuerzo, podrás conseguir resultados a largo plazo y retrasar al máximo el envejecimiento facial. 

¡Empecemos!

Paso 1: Limpia tu rostro

El primer paso de todos, y al que menos importancia le damos, es la limpieza. Es imprescindible retirar toda la suciedad antes de seguir con el resto del tratamiento. Lo ideal es limpiar la cara dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche.

La temperatura del agua también es un punto crucial. Debe de estar siempre tibia, nunca ni fría ni caliente.

¡Importante! Sabemos que retirarse el maquillaje suele dar mucha pereza pero un buen desmaquillante te facilitará esta tarea.

Paso 2: Exfoliación, una vez a la semana

Aunque incluyamos la exfoliación como segundo paso en nuestra rutina, solamente tendremos que realizarla una vez a la semana. Retirar las impurezas y liberar a la piel de las células muertas es esencial para permitir que comience de nuevo su proceso de regeneración de nuevas células.

Paso 3: Tonificación

Tonificar la piel significa prepararla para absorber los productos que completan tu tratamiento y, así, provocar una mayor efectividad en el proceso. Utiliza un buen tónico que sea capaz de hidratar y equilibrar el pH propio de la piel.

Solamente tendrás que extenderlo con un algodón y dejarlo absorber.

Paso 4: Hidratación, por la mañana y por la noche

El paso estrella de tu rutina es la hidratación. Tu piel necesita humedad para equilibrar su elasticidad. Impedir que la piel se deshidrate y mantener su efecto barrera es vital para su cuidado.

El tratamiento perfecto es tener una crema de cara específica de día, para aplicar por la mañana, y otra especial nocturna, para utilizar antes de ir a dormir.

Paso 5: Mascarilla facial, dos veces a la semana

Entre una y tres veces por semana, según te lo pida tu piel, toca aplicar una mascarilla facial. Con ellas podrás regenerar los tejidos y proporcionar ese efecto de suavidad que necesitas.

Hidratantes, exfoliantes, purificantes, antiedad o efecto lifting son solo algunos de los cientos de mascarillas faciales que existen.

Paso 6: Ampollas

Por último y, como paso extra con el que completar tu rutina de cuidados para el rostro, incluimos la aplicación de ampollas faciales. Es una manera ideal de aportar a tu cara una dosis extra de luminosidad, suavidad y vitaminas. 

La mayor parte de ellas se pueden utilizar todos los días y se recomienda aplicar la mitad del producto por la mañana y la mitad restante por la noche. Recuerda que este tratamiento debe ser siempre el último paso de todos.

Haz que tu piel recupere la misma elasticidad que cuando tenías 20 años.

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