¿Qué es la casquería?

casquería

Callos, gallinejas, fardeles y otros muchos platos más. La gastronomía española está llena de exquisitas elaboraciones tradicionales, entre ellas la casquería. Un suculento manjar que no a todo el mundo le gusta. 

Nos hemos colado en gorro de chef para darnos un paseo por las antiguas casquerías de nuestro país y conocer, más de cerca, este término y el tipo de alimentos que engloba. Si eres un apasionado de la comida típica, es el momento de que conozcas qué es la casquería en gastronomía

Casquería, ¿qué es exactamente?

La casquería es un término culinario que hace mención a aquellos platos que han sido elaborados a base de carne muy roja y con mucha sangre. A estos alimentos se les conoce bajo el nombre de carne de segunda y se divide, principalmente, en blanca y roja. 

Este tipo de cocina tuvo su auge durante la Edad Media y, desde entonces, ha formado parte de los platos y menús tradicionales de nuestra cocina

Actualmente, la casquería ha ido perdiendo fuerza entre la sociedad, sobre todo, en el público adolescente y juvenil. Aún así, sigue presente en muchos restaurantes, bares y carnicerías. 

Madrid, Barcelona y el País Vasco son las comunidades que más casquería consumen en nuestro país. Estos son algunos de los platos típicos que están elaboradas a base de este tipo de alimentos: 

  • Callos a la madrileña. 
  • Hígado encebollado. 
  • Orejas de cerdo. 
  • Morcillas. 
  • Estofado al rabo. 
  • Criadillas. 
  • Madejas aragonesas. 
  • Tripas de cordero. 

En otros países de Europa como Alemania, Bélgica y Escocia también son asiduos a incluir la casquería entre sus platos típicos y tradicionales. 

Tipos de casquerías más comunes

Esta exquisitez visceral puede proceder tanto de la casquería de cordero como de la ternera o el cerdo. Algunos de estos alimentos son: 

  • Hígado: esta casquería de ternera o cualquier otro animal es una gran fuente de nutrientes para el organismo. Desde Vitamina C hasta minerales esenciales y otro tipo de complejos y ácidos grasos. 
  • Molleja: tan solo necesitarás comerte un trocito de molleja para llegar a aportar el 20% de la Vitamina A que debe consumir tu cuerpo. Este alimento es capaz de reducir el riesgo de padecer ciertas enfermedades como el cáncer o la diabetes. 
  • Sangre: uno de los alimentos más típicos es la morcilla, procedente de la casquería del cerdo. Es baja en carbohidratos y concentra una alta dosis de proteínas, potasio, magnesio y vitaminas como la B12. 
  • Foie gras: aunque debemos extremar su consumo por el elevado aporte calórico, este alimento contiene gran cantidad de vitaminas, sodio y hierro. 
  • Corazón: contiene un elevado aporte nutritivo gracias a sus elevadas proteínas. Además de tener el doble de colágeno y elastina en comparación a otros trozos de carne. 
  • Estómago: su consumo te permitirá mejorar la producción de enzimas y tejido celular nuevo. Aporta una increíble dosis de energía y ayuda a prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares. 

Ahora que ya sabes mucho más sobre la casquería, ¿te animas a incluirla en tu plan nutricional habitual? 

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