Abogar por un desarrollo más sostenible y un consumo responsable. Bajo esta premisa, el Comercio Justo se ha comenzado a posicionar como una nueva alternativa de comercialización. Un método equitativo con el que poder hacer frente y eliminar los grandes márgenes de las multinacionales.
Seguro que en los últimos años has oído hablar sobre ello. Pero, ¿cuál es exactamente la definición de Comercio Justo? ¿Somos conscientes del por qué de su existencia?
¿Qué es Comercio Justo?
El Comercio Justo es un sistema comercial cuyo fin es promover una mayor equidad en el comercio internacional. Este movimiento internacional aboga por el diálogo, el respeto y la transparencia. Una alternativa que ofrece mejores condiciones laborales, sociales y económicas a los productores de países subdesarrollados o colectivos más desfavorecidos.
Esta idea fue promovida por organismos internacionales referentes como la ONU y la FAO y diversas ONGs. Para hacer realidad este sistema, se han establecido nuevos canales de distribución que protejan estos derechos humanos y el medio ambiente.
Aunque el café y el chocolate son los productos de Comercio Justo más frecuentes, cada vez son más los artículos que se suman a esta iniciativa. Joyas, refrescos, toallas, zapatillas, cosmética natural, moda e incluso tecnología son algunos de estos nuevos productos.
Las primeras iniciativas de Comercio Justo comenzaron allá por la década de los 40-50 en Estados Unidos. Sin embargo, no fue hasta 1986 cuando surgieron propuestas de Comercio Justo en España.
Para comprar este tipo de comercio equitativo necesitamos dirigirnos a tiendas exclusivas de Comercio Justo, espacios con venta directa de productos ecológicos o canales de distribución como los supermercados Alcampo.
Comercio Justo: Objetivos y principios
Para luchar y conseguir una mayor justicia económica a nivel global se han establecido una serie de principios básicos. Estos objetivos se engloban, principalmente, en respetar las condiciones laborales y sociales, llevar a cabo prácticas más justas y democráticas, y seguir técnicas ecológicas.
Cada organización que quiera unirse a este movimiento deberá cumplir estos 10 principios:
- Unión y creación de cooperativas y productores. El fin es realizar mayores sinergias y hacer frente a los intermediarios.
- Transparencia y rendición de cuentas, incentivando la participación de sus empleados o personas productoras.
- Relaciones comerciales justas con canales directos y libres entre los productores y consumidores.
- Establecer un precio justo a los productos.
- Anular la explotación infantil laboral.
- Libertad de asociación sin ningún tipo de discriminación por sexo. Equidad de género.
- Promocionar prácticas saludables y seguras en los espacios de trabajo.
- Desarrollo de conocimientos y capacidades de los productores.
- Promocionar y generar conciencia en la sociedad sobre una mayor justicia en el comercio mundial.
- Respetar el medio ambiente con prácticas que contemplen el uso directo de embalajes y materias primas sostenibles, agricultura ecológica y gestión de residuos.
